Normalmente, asociamos el calor y el buen tiempo a la felicidad. Por el contrario, tendemos a relacionar el frío con estados de ánimo y características más negativas. Por este motivo, nuestro estado anímico suele verse más resentido en los meses de invierno y otoño que durante la época estival. Es importante no dejar que esto nos afecte demasiado en nuestro día a día, con lo que puede ser realmente útil contar con el apoyo de un psicólogo para ayudarnos a superar los momentos de bajón.
Cuando las temperaturas se desploman, empiezan a activarse una serie de mecanismos en nuestro cerebro que nos hacen experimentar ciertos cambios psicológicos negativos. Sin embargo, con la ayuda de un especialista podemos ‘entrenarnos’ en cierto modo para adaptarnos a las circunstancias y así mitigar, en la medida de lo posible, dichos efectos. Por supuesto, debemos tener en cuenta que un mal día lo tiene cualquiera y es inevitable que alguna vez nuestro humor no sea el más positivo.
Uno de los efectos más habituales que tiene en nosotros el frío es que nos vuelve más desconfiados de lo normal. Hace que veamos todo lo que nos rodea con un manto gris de oscuridad, nos quita las ganas de socializar y todo lo que queremos es encerrarnos en casa para pasar el momento tapados con una manta mientras vemos una película. De hecho, cuando conocemos a alguien con esas características, solemos decir que tiene un carácter frío.
Otra de las cosas que puede ocurrir cuando el termómetro indica valores bajos es que nuestra productividad se vea afectada. Nos sentimos como si arrastrásemos una carga muy pesada y nuestro cerebro se bloquea. Esta circunstancia repercute especialmente en las personas creativas, que experimentan como su capacidad para tener ideas se ve notablemente mermada.
Finalmente, en los casos más graves, se acrecientan los problemas de índole psicológica y psiquiátrica severos. Épocas tales como el invierno y el otoño cuentan año tras año con las cifras más altas de depresión. Situación que se agrava por el hecho de ser los momentos en los que disfrutamos de menos horas de luz solar.
A pesar de todo esto, es posible hacer frente a los efectos del frío en nuestra mente si solicitamos a tiempo la ayuda del psicólogo. Nos dará las herramientas para mantener una actitud positiva ante las adversidades y nos brindará el impulso que necesitamos para superar los peores momentos.
No lo pienses más y empieza a sentirte bien con el respaldo de los psicólogos del Centro Sanitario de Torrejón de Ardoz. Llama ya al 91 007 53 35 y pide tu cita.
