Técnicas de tratamiento en disfagia. Maniobras deglutorias

La disfagia se conoce como la dificultad que tienen algunas personas para tragar o deglutir alimentos sólidos, semisólidos y líquidos por la afectación de una o más fases de la deglución, independientemente de la patología que lo determina. 

Desde la logopedia se utilizan diferentes técnicas para abordar la disfagia, pero principalmente, se pueden diferenciar dos grupos:

Las técnicas de compensación.

Las técnicas propiamente de tratamiento.

Hoy vamos a hablar de las maniobras deglutorias, que pertenecen al último grupo nombrado.

Abordaje logopédico en disfagia.

El objetivo principal de cualquier estrategia de tratamiento que se utilice para un paciente que tenga disfagia es conseguir una alimentación oral con una deglución segura mientras se mantienen una hidratación y nutrición adecuadas.

La terapia orofaríngea se debe basar en los resultados de la exploración clínica y radiológica del paciente.

Las técnicas compensatorias están los cambios posturales, modificación del volumen y velocidad de administración del bolo, técnicas de incremento sensorial y/o modificaciones de textura de los alimentos.

Las técnicas de tratamiento hacen referencia a métodos que sirven para mejorar la movilidad de las estructuras orales y faríngeas, mejorar el control del bolo, aumentar la sensibilidad previa a la deglución y así disparar con más rapidez el reflejo faríngeo, o para controlar de manera voluntaria la movilidad orofaríngea durante la deglución.

En este grupo se encuentran las maniobras deglutorias y/o ejercicios de movilidad y control de estructuras orofaciales implicadas en el proceso deglutorio.

Maniobras deglutorias

Las maniobras deglutorias están diseñadas para controlar de forma voluntaria aspectos concretos de la deglución faríngea.

Cada una de estas maniobras que se realizan tiene un objetivo específico para cambiar un aspecto concreto de la fisiología de la deglución.

A continuación, hablaremos de las maniobras deglutorias existentes, y que están diseñadas cada una en función de la sintomatología que presentada el paciente.

  • Deglución forzada: 

Consiste en deglutir con fuerza, el paciente siente como se contrae la lengua y la garganta. El esfuerzo aumenta el movimiento posterior de la base de la lengua y reduce el residuo en la vallécula después de la deglución.

Esta deglución está indicada para pacientes que sufren reducción del movimiento posterior de la base de la lengua. Las indicaciones que se le dan al paciente serán que intente deglutir, pero debe hacer más fuerza de lo habitual. Se puede conseguir una ligera resistencia colocando la mano sobre la frente del paciente, para fomentar así el aumento de esfuerzo.

  • Deglución supraglótica: 

Consiste en el mantenimiento voluntario de la apnea respiratoria, que cierra las cuerdas vocales antes y durante la deglución.

Esta deglución está indicada para pacientes que sufren o tienen una reducción del cierre de las cuerdas vocales o retraso en el disparo del reflejo faríngeo.

En este caso, el paciente deberá colocar el alimento en la boca, coger aire y aguantarlo mientras traga, y finalmente, una vez haya tragado, deberá toser de manera voluntaria, para eliminar así cualquier residuo a nivel faríngeo, que pueda aspirarse posteriormente.

  • Deglución super-supraglótica: 

Es muy parecida a la anterior, pero se debe realizar con mayor esfuerzo o tensión.

Sería una mezcla entre la deglución supraglótica y la deglución forzada.

Consiste en el mantenimiento forzado de la apnea, que hace que las aritenoides, cartílagos laríngeos encargados de la aducción y abducción de las cuerdas vocales, basculen hacia delante y se cierre la vía aérea tanto antes como durante la deglución. Además, esto favorece la retracción de la base de la lengua.

Esta deglución está indicada para pacientes que tienen una disminución del cierre de la vía aérea. Las indicaciones que se le dan al paciente son muy parecidas a las que se dan en la deglución supraglótica, con una única diferencia, deben realizarla con un esfuerzo mayor.

  • Maniobra de Mendelssohn:

Consiste en realizar una elevación laríngea prolongada de forma voluntaria. Este movimiento laríngeo abre el esfínter esofágico superior y prolonga el tiempo que éste se encuentra abierto.

Tiene una mejora en la coordinación y tiempo de deglución faríngea, además de esto, contribuye a la retracción de la base de la lengua hacia la pared faríngea, coordinada con el cierre de la vía aérea y la apertura cricofaríngea.

Esta deglución está indicada para pacientes que padecen una disminución de la movilidad laríngea, así como en los que existe una mala coordinación en la deglución. Para llevar a cabo esta maniobra, se le pide al paciente que mantenga la laringe elevada cuando degluta, provocando una contracción de la musculatura anterior del cuello durante varios segundos.

Este movimiento se puede efectuar de manera manual, colocando los dedos sobre el cartílago tiroides y manteniendo elevada la laringe, acompañando el movimiento deglutorio del paciente.

  • Maniobra de Masako

El objetivo es dirigir la pared faríngea posterior hacia delante durante la deglución mientras se sujeta la lengua del paciente.

Está indicada cuando hay una disminución de la contracción de la pared faríngea posterior o un compromiso del movimiento de la base de la lengua. Esto favorece la propulsión del bolo alimenticio desde la boca hacia la faringe, y contribuye a que el transporte del bolo sea eficaz, disminuyendo el riesgo de aspiración.

Para llevarla a cabo, se le pide al paciente que coloque la lengua entre los dientes, una vez haya introducido el bolo en la boca, y que, posteriormente, trague.

  • Maniobra de doble deglución

Como su propio nombre indica, se debe realizar una deglución, después de haber ingerido el bolo alimenticio, favoreciendo la eliminación de los residuos faríngeos que hayan podido quedar tras la primera deglución, y contribuyendo al aclaramiento o limpieza de la zona faríngea o supraglótica.

Estas maniobras se enseñan a los pacientes paso a paso, utilizando como bolo la propia saliva del paciente, y deben practicarse repetidamente hasta que se hagan correctamente.

En Sonoclinic contamos con un equipo de logopedas con la mejor formación, que realizan todos los tratamientos de manera totalmente personalizada, contando siempre tanto con los materiales como con la tecnología más adecuada y avanzada del momento para llevar a cabo un tratamiento individualizado de cada uno de nuestros pacientes, siempre adaptándose a sus características.

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