Las extremidades inferiores soportan el peso de todo el cuerpo diariamente. Esto junto a otros motivos, son la causa principal de que se produzcan tantas lesiones de pie y tobillo.
En este artículo explicamos en qué consisten estas lesiones, cuáles son las más frecuentes y cómo se tratan desde el punto de vista traumatológico.
Las lesiones de pie y tobillo más habituales
Las lesiones de pie y tobillo son aquellas patologías que se producen en las articulaciones inferiores de la pierna. Pueden darse tanto en las partes blandas de la articulación como en las partes óseas.
Son muy frecuentes, debido al peso que tienen que soportar de manera continua. Por esta razón, tanto el dolor como los traumatismos y las deformidades son afecciones comunes.
En las lesiones que afectan al pie y al tobillo nos encontramos con un amplio abanico como:
- Juanetes/hallux valgus. Es una de las patologías del pie y el tobillo que se dan con más frecuencia. Se producen mayormente por el uso de calzado inapropiado, pero también se debe a motivos genéticos hereditarios. Se caracteriza por la deformación del hueso metatarsiano del dedo gordo del pie que tiende a desviarse hacia fuera.
- Bursitis. Esta lesión inflamatoria se caracteriza por la formación de pequeñas bolsas compuestas de líquidos que se depositan entre los huesos articulares.
- Fracturas. Son roturas de la estructura ósea que compone alguna de las articulaciones del pie y el tobillo. Normalmente está producida por traumatismos.
- Artrosis. Es una patología reumática de carácter degenerativo que suele afectar al cartílago que recubre a las superficies óseas de la zona del pie y el tobillo.
- Esguinces. Son probablemente la patología más habitual del pie y el tobillo. Se trata de una lesión normalmente producida por un traumatismo que daña los ligamentos que unen el peroné, el astrágalo y el calcáneo.
- Espolón calcáneo. Se trata de una patología caracterizada por un crecimiento óseo en forma de espina, que se encuentra en el hueso del talón (calcáneo), justamente en la unión con la aponeurosis plantar. Su desarrollo se debe a un engrosamiento de ésta membrana que une al calcáneo con los dedos del pie. Conocida como afasia plantar. Esta lesión suele estar producida por un sobresfuerzo, aunque también influye un calzado inadecuado.
- Fascitis plantar. Es una inflamación de la fascia del pie provocada por diferentes causas como el sobreesfuerzo, el envejecimiento y la pérdida de elasticidad e incluso por algún tipo de defecto anatómico.
- Condropatías. Esta patología sucede cuando el cartílago que une las articulaciones del astrágalo, la tibia y el peroné se deforma.
- Dedo en martillo. Es una deformidad digital que sucede en los huesos que forman los dedos del pie, adquieren una posición flexionada similar a un martillo. Ocurre principalmente por un desequilibrio muscular.
- Luxaciones. También conocidas como dislocaciones, se producen por los desplazamientos de los extremos de los huesos que forman las articulaciones del pie.
- Caída del arco que pueden producir pies planos o pie cavo. Son lesiones óseas que se producen en el arco que forma la planta del pie. Es un colapso del arco del pie.
- Metatarsalgia. Es una afección que produce dolor e inflamación en el metatarso. Los metatarsianos son huesos que situados en la zona delantera de los pies. Una lesión en esos huesos se conoce como una metatarsalgia aunque en ocasiones no exista una alteración de la estructura ósea del pie.
- Tendinitis. Es una patología que se produce en los tendones que son los tejidos que se encargan de conectar los músculos con los huesos. En el caso de la tendinitis se trata de una inflamación en dichos tendones.
- Osteocondritis. Cuando un trozo del cartílago se desprende y permanece dentro de la articulación se denomina osteocondritis. Esta patología suele estar causada por traumatismos y da lugar a una artritis dolorosa.
Entre estas patologías destacan por su frecuencia de aparición los esguinces, las tendinitis y los juanetes. No obstante, las lesiones de pie y tobillo son más frecuentes de lo que parece y, generalmente, casi todas tienen una prevalencia media alta entre la ciudadanía.
Principales síntomas de las patologías de pie y tobillo
El síntoma característico de una lesión situada en la zona del pie es el dolor. Cuando éste aparece de manera continua debe ser motivo de consulta con el traumatólogo. Si, además, el dolor es intenso y no remite dificultando la rutina diaria es necesario acudir al podólogo.
Aparte del dolor es importante fijarse en los cambios de color del pie y el tobillo, así como en la aparición de deformidades. Es conveniente tener en cuenta las pérdidas de movilidad de la zona o la inestabilidad producida al realizar actividades rutinarias.
Para poder tratar las patologías del pie y del tobillo es imprescindible contar con un diagnóstico adecuado. No todos los tratamientos incluyen una intervención quirúrgica y, por ello, es conveniente contar con la mayor información posible.
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